Ayer tuve el placer de asistir al concierto de «El Jefe» (para los despistados Bruce Springsteen) en Santiago, y la verdad es una experiencia difícil de olvidar. Tres horas de concierto, si tres horas que se dice pronto, y a un ritmo endiablado (no hicieron ni una pausa de un minuto) escuchando a un tío que cumple este año 60 tacos pero que lo vive en el escenario como si al día siguiente se fuera a acabar el mundo.
Y es que una cosa es escuchar la música en la radio o en un mp3 (que dicho sea de paso yo no soy muy melómano) y otra cosa muy distinta es ver la energía arrolladora que despliega este hombre en el escenario y lo cercano que se muestra con sus fans.
Un par de muestras, navegando por el YouTube encontré los vídeos del concierto que dieron en el Pinkpop Festival de Holanda en esta misma gira (son vídeos grabados por las cámaras del concierto y no las cosas horrendas que hay por ahí grabadas con cualquier móvil, que es lo único que puedes encontrar del concierto de Santiago).
En primer lugar una canción mítica «Born to Run»
En segundo lugar otra canción mítica «I’m on Fire», que se echó a faltar en Santiago. A ver cuantos mega-divos de ahora muestran tal cercanía con su público (a partir del segundo 45).
Para acabar la canción que da título a la gira y al último álbum y que compuso para la campaña de Obama «Working on a dream». A partir del minuto 3 se puede ver el buen rollo que mantiene con la peña.
Por cierto que en España no soltó semejante retahíla en inglés (alguien le habrá avisado que la mayoría no entendería ni papa), sino que se soltó con algunas frases en castellano, bastante bueno, aunque por el acento parecía el Papa :-). Ahí va una muestra (este sí es de Santiago):
Y para acabar el concierto la mítica «Born in the USA» que no había tocado en otros conciertos, pero como con este acababa la gira europea parece que decidió hacer una excepción.
Finalmente decir que el Monte do Gozo es un escenario maravilloso para un concierto ya que al estar en grada la visibilidad era magnífica y aunque había 40.000 almas se estaba la mar de desahogado. El problema, los accesos que son un embudo en el que casi pierdes más tiempo en entrar y en salir que en el propio concierto en sí y en la desorganización que hizo que gente con entrada se quedara fuera. En fin, no podía ser todo perfecto.
Pues fijate que a mi, no me parece tan «boss» como la gente dice, pero bueno, para gustos se pintan colores, no?
Bueno, yo no es que fuera un fan loco del mismo, pero es que en directo este hombre es impresionante.
Lleva un escenario que lo mismo podía ser el escenario de la Paris de Noia solo que un poco más grande, es decir, nada de las cosas espectaculares que montan U2, el espectáculo ya es el mismo.
Y se permite el lujo de tocar alguna canción «acústica» para darle un descanso a la banda, porque él no para un minuto de las tres horas que dura el concierto (que se dicen pronto).