Uno de agosto y empiezan las fiestas veraniegas coruñesas con la actuación estelar de Carlinhos Brown, el conocido músico brasileño. Así que allí nos fuimos a disfrutar de la música y a sacar alguna que otra foto (como no).
La estética, pues la habitual del cantante, o sea, poco convencional o estrafalaria. Rastas hasta las piernas, camiseta calada (por llamarla de alguna forma), sobrero de copa, falda e instrumentos originales predominando la percusión.
El entorno, inmejorable, en plena Plaza de María Pita con el Ayuntamiento sirviendo de telón de fondo, iluminado convenientemente para la ocasión y con un escenario minimalista que no ocultaba su visión.
La música, pues la tradicional del cantante, y no podía faltar su María Caipirinha, o sea, la de Samba da Bahía que nadie conoce por su nombre original. Grabé un pequeño extracto un el móvil que pongo a continuación.
Como el sonido no le hace justicia siempre es mejor el vídeo del canal oficial del cantante:
Y es que esa es otra, ¿por qué ese empeño en grabar todos los conciertos con el móvil? Empezaron sustituyendo a los mecheros en las lentas con eso de que ahora se fuma menos y ahora han pasado a ser un fijo en los conciertos. Vale que es una cámara que siempre tienes a mano, y cada vez con mayor calidad, y que una cámara mejor puede que no te la dejen entrar en un concierto pero nadie prohíbe los móviles ¿pero que sentido tiene grabarse un concierto entero con el móvil y además en formato vertical?
Una foto, un recuerdo, un breve extracto, vale, pero pasarse todo el concierto móvil en ristre parece un poco exagerado. Pero oye, yo también estaba con la cámara en alto así que cada uno que disfrute como quiera.
Y por último, la traca final, el momento WTF! de la noche, Carlinhos Brown decidió acabar el concierto rezando el Ave María y el Padre Nuestro.