Siempre se comenta que el refranero español es muy rico y que hay un refrán para cada situación. Los refranes son dichos populares que encierran, a menudo con ironía, un consejo, una moraleja o una verdad.
De entre los miles de refranes que existen en nuestro idioma hoy quiero resaltar uno que quizá no sea de los más populares, es el siguiente:
Entre todos la mataron y ella sola se murió
Si desconoces su significado el Centro Virtual Cervantes te puede echar una mano en su interpretación:
En ocasiones se achaca a una sola persona o a una única causa el daño producido por muchas, un daño que ya no se puede remediar. Se emplea cuando nadie desea asumir la parte que le corresponde de responsabilidad de algún suceso infausto, en cuyo resultado han contribuido varios factores.
Creo que este refrán refleja como ninguno la situación de Diego Novo, el niño de 4 años que falleció ahogado en el Colegio Liceo La Paz de Coruña durante las clases de natación. Puede que hayas conocido la noticia ya que estos días se ha celebrado el juicio y está en todos los periódicos: La Voz de Galicia, El Ideal Gallego, La Opinión Coruña, etc. O sino leeros la publicación de Pili que resume el caso mejor que nadie.
Y digo que el refrán viene que ni pintado para este caso porque los abogados de la defensa han dicho lo siguiente en el juicio (las frases no son literales, es lo que interpreto yo de sus declaraciones):
- Que el protocolo de seguridad de la piscina funcionaba, prueba de ello es que sólo se ha muerto un niño en 29 años. Es decir, presumen de que en 29 años no ha pasado nada… hasta que se ha ahogado un niño. Pero eso son accidentes, cosas que pasan, imponderables del destino…
- Que si Diego se ha ahogado es por su propia culpa. Y es que es obvio, la culpa de ahogarse es de Diego, que se mete en la piscina sin flotador, sin saber nadar y procurando que nadie le vea. En todo momento los abogados han intentado «demostrar» que es Diego es que se escabulle «un minuto nada más» para al parecer tirarse a la piscina de cabeza con tendencias suicidas.
- Que todo el mundo estaba atento a la piscina, simplemente se perdió de vista a Diego mientras se estaba ahogando pero nada más. Todo el mundo estaba vigilando, todo el mundo estaba atento, nadie ha hecho dejación de funciones, ni el socorrista que abandona la piscina para cambiar a los niños, ni la profesora que se va al servicio dejando a los niños en el agua, ni el coordinador que solo hace el horario, ni los jerifaltes de más arriba (jefe de estudios, director técnico, propietarios) que no pisan la piscina porque se les empañan las gafas. Estaban tan atentos a la piscina que no se dan cuenta que falta un niño y está en el fondo.
- Que se puede contar a los niños sin pasar lista ni enumerarlos. Solo se pasa lista al entrar en la piscina, no al salir, pero es que se pasa una lista «indirecta» que consiste en comprobar si más o menos están todos y que lleva 29 años funcionando perfectamente. Para un fallo que ha habido en 29 años tampoco vamos a demonizar ahora esta forma de contar. De todas formas para que no haya suspicacias ahora también los cuentan al salir pasando lista, es una pesadez pero todo sea por la seguridad. A ver si da para otros 29 años.
- Que la culpa de todo es de una vidriera que hace que la luz refleje en el agua y no se vea al niño ahogado que hay en el fondo. Ya tenemos otro culpable, el buen tiempo, aparte de Diego, que tiene la mala costumbre de esconderse en el fondo de la piscina.
- Que los acusados ya han sufrido mucho teniendo que esperar 4 años para un juicio. Ha sido una «pena de banquillo» (según sus propias palabras) terrible, como para ahora querer meterlos en la cárcel, como si no hubieran sufrido bastante ya.
- Que la culpa de todo es de Internet, que ha organizado un juicio paralelo para lincharlos. Vamos que hay una conjura judeo-masónica organizada por los Illuminati y destinada a lincharlos en facebook ¡que terrible! y a poner carteles rosa por la ciudad. Ahora que lo pienso, yo también estoy escribiendo en Internet sobre el caso, debo de ser un Illuminati de esos sin saberlo. El caso es que no dicen nada de que el periódico con más tirada de Galicia (sí, estoy hablando de La Voz) publique noticias con un sutil sesgo favorable al colegio, o a veces no tan sutil y a las pruebas me remito.
Como a uno de los letrados le gustaba decir, muchas de estas afirmaciones «ofenden a la inteligencia», al final va a resultar que entre todos lo mataron, pero fue Diego el que solito se murió, sin que nadie asuma la responsabilidad de lo que ha pasado, ni nadie sepa explicar cómo un hecho como éste puede suceder en un colegio.
Actualización: Se me había olvidado uno de los argumentos estrellas de la defensa menos mal que La Voz, en su línea, nos lo recuerda (a algunos abogados habría que prohibirles ver la serie de Perry Mason o leer las novelas de John Grisham, acaban siendo «demasiado imaginativos», por decirlo de forma suave):
- El caso de Diego Novo es similar a la tragedia del Orzan, y allí no se ha juzgado ha nadie (es más se les está levantando un monumento). O sea, me estás comparando a un estudiante mayor de edad y bajo los efectos del alcohol que se mete de madrugada en el mar en medio de un temporal con un niño de cuatro años que se mete en la piscina durante una clase de natación en el colegio. Sólo le faltó decir que Diego iba bajo los efectos de vete tú a saber que chuches cuando se metió en la piscina. Y me comparas a tres policías que dieron su vida por intentar salvar al estudiante con el socorrista o la monitora que pierden el control de un niño que tienen a su cargo en un sitio tan peligroso para él como una piscina.