En recuerdo de Carl Sagan

Casualidades de la vida, la última entrada del blog era para recordar uno de los más famosos discursos de Carl Sagan y ahora me entero que justamente hoy (20 de diciembre de 2009) se cumplen 13 años de la desaparición del querido científico.

Carl Sagan siempre será recordado por su maravilloso trabajo divulgativo en la serie de televisión Cosmos que fue emitida en España a principios de los 80. Que tiempos aquellos en los que siendo un chaval me sentaba delante de la televisión embobado con lo que la increíble elocuencia de Sagan hacía llegar a mis oídos.

Pero Sagan no sólo era un divulgador, también era un prestigioso científico que colaboró en diversos programas de la NASA (supongo que una de las premisas para ser un buen divulgador es conocer muy bien de lo que hablas). Entre estos programas se encuentran las misiones Viking a Marte (unos de los primeros aparatos en aterrizar en el Planeta Rojo y sacar fotografías del mismo), o las naves Pioneer y Voyager, los primeros ingenios desarrollados por el hombre que fueron capaces de abandonar el Sistema Solar.

De todas las historias contadas en Cosmos me quedo con una de las que más me llamó la atención y que, curiosamente, no tiene que ver con la Astronomía (aunque estaba centrada en el cosmos la serie trataba todo tipo de temas). Se trata de la leyenda de los guerreros Heike en Japón que, derrotados en el año 1185 en la batalla de Danno Ura por el clan rival de samuráis de los Genji, decidieron lanzarse al mar y ahogarse antes de rendirse al victorioso enemigo.

Pero la historia tuvo un epílogo inesperado ya que los pescadores piensan que los samuráis Heike se  reencarnaron en un tipo de cangrejo debido a que en su lomo mostraban claramente el gesto agresivo de un samurai. Pero ¿cómo pudo un cangrejo desarrollar en su lomo ese tipo de cara? ¿y precisamente en el mar donde se supone que desaparecieron los Heike? Sagan lo explica mejor que yo en los primeros minutos del siguiente vídeo.

Un punto azul pálido

La reciente entrada sobre el sistema solar a escala terminaba con la siguiente frase de Carl Sagan “La astronomía es una experiencia constructora de carácter y de humildad”. Esa frase está sacada de sus comentarios sobre una de las más famosas fotos de la astronomía, la denominada «Un punto azul pálido» o «A pale blue dot» en inglés.

Se trata de una foto sacada por la sonda espacial Voyager 1 cuando abandonaba el Sistema Solar. Desde esa remota posición se decidió volver las cámaras de la sonda hacia la tierra y sacar una foto de la misma. Lo único que se pudo ver fue el punto azul pálido que reproduzco aquí al lado. Algo ya esperable y por lo que mucha gente en la NASA pensó que no era más que una pérdida de tiempo sin ningún tipo de valor científico.

Sin embargo, lo más impresionante no es la foto en sí, sino los comentarios de Carl Sagan sobre la misma, en la que dice cosas como «todo aquel que amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar, cada ser humano que existió (…) vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del sol» . Pero mejor que leerlo es escucharlo de las propias palabras de Carl Sagan (con subtítulos en castellano):

Estoy por mandárselo a alguno de esos que están reunidos ahora en Copenhague a ver si actúan en consecuencia.

Actualización (18-12-2009):

Acabo de ver en Internet un vídeo que va en la misma línea del de Carl Sagan, mostrarnos lo pequeñitos que somos al lado de todo lo que nos rodea. Este es del American Museum of Natural History y lo más impresionante es la calidad que tiene, sobre todo si lo ves en alta definición (el cuadrito HD) y a pantalla completa.