Lilith, la primera feminista de la historia

Una vez en plena discusión teológica con un cura este me preguntó si en mi opinión los creyentes aceptaban cosas como el Génesis porque no se preocupaban de analizarlo a fondo… y mi respuesta fue que sí, porque a poco que te leas la Biblia en general (y el Génesis en particular) descubres que hoy en día ninguna productora de cine le haría una versión de este libro con la cantidad de incongruencias que presenta el guión: que si primero creamos la luz y luego las estrellas, ¿con quién se casó Caín para tener hijos? ¿cometió incesto?, el rollo del arca ya que si asumimos que las especies son invariables debió de ser la leche de grande (teniendo en cuenta que el número de especies conocido hoy en día ronda los 1,8 millones), etc.

Lilith en la Biblia

Pero un hecho que desconocía por completo del Génesis es la presencia de Lilith, la primera mujer de Adán, que este repudió por ser demasiado independiente y que desde entonces se ha convertido en un símbolo del feminismo, aunque para la iglesia no es más que un demonio.

Sí, has leído bien, la primera mujer de Adán no fue Eva ¿cómo se explica esto?. En realidad si leemos el Génesis con detenimiento vemos que nada más empezar encontramos dos sentencias contradictorias. En primer lugar en los versículos 1:26-27 encontramos:

(26) Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo». (27) Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.

Posteriormente en los versículos 2:7, 18, 21-23 encontramos:

(7) Entonces el Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente … (18) Después dijo el Señor Dios: «No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada» … (21) Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. (22) Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. (23) El hombre exclamó: «¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre».

Si, has leído bien, primero dice que Dios creó el hombre a su imagen y que los creó varón y mujer. Para luego decir, que el hombre está solo y que le crea una mujer a partir de su costilla, ante lo cual Adán afirma «Esta SÍ que es hueso de mis huesos», lo que implica que hay una otra que no lo era. Algunos explican esta discrepancia (ya os decía que Dios no era buen guionista) como un mismo hecho contado dos veces, pero otros lo ven como una prueba de la existencia de Lilith.

En realidad la única mención a Lilith en la Biblia es en el libro de Isaias 34:14 que dice lo siguiente:

Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí reposará Lilith y en él encontrará descanso

E incluso esta cita es dudosa ya que distintas traducciones prefieren usar el término «criatura de la noche» o «pájaro de la noche».

La leyenda de Lilith

Si la única mención de Lilith es ese corto párrafo, entonces… ¿de dónde sale toda la historia de Lilith?, ¿cómo llegó a ser un símbolo del feminismo y un demonio al mismo tiempo?. En realidad Lilith parece ser un demonio de la tradición mesopotámica que los israelitas exiliados en ese país incorporaron en su propia tradición. Aunque la Biblia ha eliminado toda referencia (aparte de la ya comentada) en el Talmud sí que existe una descripción de Lilith como demonio e incluso una referencia indirecta a Adán.

Pero el escrito que plasma la tradición popular asociada a Lilith pertenece a un documento escrito en la Edad Media, el Alfabeto de Ben Sira, escrito entre los años 700 y 1000 de nuestra era, aunque se desconoce si estos textos sólo están describiendo una tradición más antigua que ahora se ha perdido. Dicho documento cuenta la historia de Lilith de la siguiente forma:

Adán y Lilith enseguida empezaron a pelear, cuando él deseó yacer con ella, esta se negó, a lo que Adán respondió: «Yo no yaceré debajo tuya, solo estaré encima, ya que soy el superior», a lo que Lilith respondió «ambos hemos sido creados de la Tierra, por lo que ambos somos iguales». Dicho esto Lilith pronunció el prohibido nombre de Dios, lo que le dio el poder de levantar el vuelo y abandonar a Adán.

Adán viendose abandonado se quejo a Dios de la siguiente forma: «Señor del universo, la mujer que me diste ha huido». Entonces Dios envió a tres ángeles a buscarla bajo la amenaza de que si no volvía mataría a cien hijos suyos cada día (al parecer Lilith había huido al Mar Rojo donde había dado riendas a su pasión procreando con todo demonio que se pusiera a tiro). Lilith rechaza volver con los ángeles y se declara a si misma como creada para causar la enfermedad de los niños (probablemente como respuesta a la maldición de Dios)

Desde entonces se le atribuye a Lilith las muertes repentinas de los niños en las cunas, a los cuales sólo se puede proteger con un amuleto que incluya el nombre de los tres ángeles enviados tras Lilith. También se asocia a Lilith como un demonio sediento de semen, ávido por engendrar nuevos hijos para reponer aquellos matados por Dios, y que seduce a los hombres por las noches provocando las poluciones nocturnas.

Lilith feminista

Las connotaciones feministas están claramente presentes en la tradición de Lilith. Una mujer que rechaza someterse al hombre al considerarlo igual a ella y que por ello se ve alejada del paraíso y condenada a una vida miserable como demonio de la noche. Por otro lado, Eva se ve como una sumisa compañera de Adán, claramente inferior a él (el hombre es el primero y la mujer es creada a partir de él), pero que no pierde su carácter negativo ya que su desobediencia es la que causa la expulsión del paraíso.

Incluso en algunas representaciones, como las de la Capilla Sixtina, Lilith se convierte en la propia serpiente que ofrece la manzana a Eva, siendo esta mujer independiente la verdadera causa de perdición de las nobles y sufridas esposas sumisas a su marido.

Por último citar la curiosidad de que una de las etimologías supuestas del término lullaby («nana» en inglés) es la frase «Lilith-bye», que supuestamente se le cantaría a los niños para protegerlos de las visitas nocturnas de Lilith.